Plegaria de agradecimiento.
Me acoges entre tus brazos y me dejas descansar, iluminas mi sendero y me libras del mal, Tú, que compensas mis defectos con humildad y me enseñas cada día a, en ti, confiar. Que has estado presente en mi arrogancia o cuando ignorante creí poderlo sólo. Que me das perdón a pesar de mi inconsciencia y por no abandonarme dedicas todo tu tiempo a mi. Tú que calmas el hambre y mi sed con una bendición. Has de mi paso columna, de mi voz semilla, de mis actos ejemplo, de mi fe esperanza. Que no desfallezca cuando otros caen a mi lado y que no, por estar de pié, olvide ante ti estar arrodillado. Tu no distingues entre todos mis hermanos, pero a cada uno nos haces: único e importante. Tu nos das sin restricción y te agradecemos con un Amén. Jag