Corazón.



Sentí tu ausencia, casi que en el instante previo al que creí mi último suspiro. Sentí tu ausencia y tal vez aquello aletargó mi adiós.
Inconsciente de la distancia en que me hallo del mundo, del inmenso vacío que junto a mí se cierne. Creí en tu presencia sólo por el hecho de la costumbre, por primera vez en muchos años me di cuenta del abandono al que te he condenado.
Pero no duele, extraño suceso, sí tu ausencia proviene del abandono. Que aún existas es un misterio, sí por el desuso te quedaste en el olvido.
Sentí tu ausencia y es un consuelo saber que tus paredes grabados tienes. Con mis yemas y el último aliento leerte en silencio... epitafio escrito con mi propia sangre, en mi propio cuerpo.

Jag

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