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Mostrando las entradas de julio, 2013

Tus palabras...

Me duelen tus palabras que agreden mi alma, más allá del dolor, más allá de la pena. Espinas de veneno que se incrustan en mi corazón y lo envenenan lentamente, palabras que corrompen. Verdades crueles que conozco y otras que oculto, inciertas, degradantes, frases inmisericordes y agrandadas que buscan mis temores y me envilecen contra el mí y el mundo. Esas tus palabras que lanzas como puñal certero buscando tu liberación causando mi herida, palabras que en su arremetida destrozan mi alma y me destierran a oscuros pasajes, esas tus palabras que se graban en mi mente y poco a poco endurecen las fibras de mi ya roto corazón. Creíste que enfrentarme a la rudeza y verdad del mundo me harían más fuerte y aunque tienes razón, no contamos con la fragilidad del alma, que se agrieta en lo más hondo y prevalece externa con sutiles cambios, hasta que una mañana no duele nada y tu alma es una extraña. Jag

Diosa del Amor.

Ella es de mirada clara y serena, sus labios del néctar más exquisito, su sonrisa picaresca e insinuadora, ella, es simplemente bella. Sus ojos no son verdes y no por ello despreciables; el café de sus ojos es profundo, sencillo e inigualable. La perfección de su boca la hace incitadora y la belleza de sus labios, al sonreír, sólo es comparable con el bello oleaje del mar. Tersa, pura y clara es su piel, que como pétalos en flor son el preludio de belleza interior. Toda ella es simplemente bella. Sus caderas ondean cual palmera de cálida costa, que al ritmo del viento baila una dulce y suave tonada. El verla desnuda, más que una excitación, es la contemplación de una Diosa de Amor . Saber que puedo fundirme en su tersa piel y hacerla toda mía, es el límite de toda imaginación. Mis ojos se deslumbran ante su belleza, es indescriptible y las palabras no son suficientes para elogiarla. Mientras mis ojos vivan, mi voz sea eco en sus oídos, yo no dejaré de adorarte dulce Diosa ...