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Mostrando las entradas de octubre, 2012

De lo normal y otros males

Se ha vuelto costumbre llenarme de melancolía, las cosas ahora se han vuelto normales, en virtud de mis desatinos, de los constantes tropiezos, me es difícil distinguir lo justo de lo erróneo... Y divago en ello buscando paz. Y es que he dedicado mucho de mi esfuerzo en otras personas y otras cosas, me he dejado un poco al lado. Me he acostumbrado a esperar lo suficiente de la vida, sin exigirle ni exigirme; y aunque muchos me asumen exigente no veo en mí rasgos que lo aprueben. Normal se ha vuelto invertir mi atención en otros quehaceres desgastándome, para llegar, en un círculo vicioso, de nuevo a esas tediosas jornadas de autocompasión, donde evalúo una vida sin compromisos, esperando rescatar un ápice de cordura para subsistir otra temporada conmigo. Aprendí a guardarme mis cosas para no cansar a los demás con las mismas notas, aprendí a llorar en silencio, a asentir con la cabeza, encontré nuevos términos para disuadir la atención puesta en mi y concentrarla en otro...

MI ORILLA INTRANQUILA.

Bogas por el río que baña nuestras costas, que nutre nuestro valle. Bogas por la vera de aguas plácidas y transparentes; y miras a lo lejos mi orilla intranquila; que no quieres pasar por temor a naufragar, no te importa hallar tierra firme. Rondas mis linderos con esperanza ciega, con el beneplácito que otorga ver tanta riqueza; tierra virgen que ha sobrevivido a muchos inviernos. Acaricias la mansedumbre de tus aguas ansiosas de ungirse en mi turbiedad, pero vez como irrumpe con soberbia en la aridez de mi costa y temes por lo frágil de tu barca. Rondas mis linderos llenos de vida, contemplando enamorada la distancia que nos une y separa. Ahora entiendo tu distancia, tu temor a naufragar; igual mi barca encallada está en la arena, donde desde hecha nunca se dio a la mar, segura de ser destruida… Es mi tumba esta orilla intranquila… no me deja ir… ¡a ti!   Jag