Jag Xs

Llega el tiempo que a la familia te acerca, que te hincha el corazón y envanece. Llega el tiempo sin espera, raudo encanece mis sienes y me aleja. Llega acrecentando la soledad que tardo un año en cultivar, para verla florecer en estas fechas. Llega para recordarme solo, para hacerme con nostalgia un nuevo año. Va el tiempo tomando mi mano para ver morir a los míos. Va el tiempo que me conduce inequívoco a mi tumba. Va el tiempo aguardándome al lado del camino para no perderme. Va el tiempo recordándome sólo, para hacerme con nostalgia, sólo. Y llegará el tiempo en que ya no esté. Y llegará el tiempo en que no me sienta sólo. Y llegará el tiempo en que deba estar sólo a falta de espacio.

   No es tanto por amarnos, que de “amor puro” a muerto uno, y por “amor” otro tanto, y por enamoramiento o la efímera ilusión o de simplemente tontos han muerto cientos.    No es tanto por “amarnos”, piel a piel en nuestra esencia, uno sólo entre las fibras del alma, que se entrelazan, que se atan,… que se extrañan cuando se hace la distancia.    No; no por el fortuito devaneo del destino que nos incita a la lujuria, que nos embriaga e inconscientes nos conduce al laberinto del deseo, donde se buscan nuestros cuerpos.    No es, por el roce accidental de tu mano y la mía, de lo esquivo de nuestras miradas cuando a escondidas nos buscamos; no por el displicente saludo que nos muestra extraños.    Es por lo fácil que es “amarnos”, amarnos cuando nos fingimos lejanos, amarnos cuando estamos frente al mundo y el mundo gira en torno nuestro. Jag

Aún sigo siendo visitante discreto de tus calles, resguardado en las esquinas al abrigo de la noche susurrando tu nombre. Ya el sol abandonó su cenit y mi sombra se hizo extensa hasta confundirse con la noche, y no volvieron con esta las estrellas y la luna; y se hizo con lo más profundo de la oscuridad. Mis ojos fijos en la distancia, con esfuerzo buscan tu silueta, el último resplandor que habita en mi pupila y titila en el ápice humedecido por la última lágrima que se negó a rodar. Aún mis manos entrelazadas se aferran al vacío que dejo tu partida. El último halo de vida acompaña mi alma en esta solitaria senda. Antes compañero incansable de nuestra lucha y hoy protector de tu camino. Luz vigía que existe porque existes y espera tu regreso. Jag

Me gusta refundir la mirada entre los nubarrones buscando un poco de luz, aspirar la brisa que baja de la montaña y moja mi rostro cada fría mañana. Buscar entre sombras ojos taciturnos que reflejen los míos... ...Me gusta esperar que amanezca para descansar mi alma... Me cuesta creer que me aferro al mundo; aún ahora que me haces parecer que no existe.

El tiempo que transcurre, entre el último suspiro y el que le sigue, se hace más extenso. Cuesta más transitarlo cada mañana. El día amanece un poco más frió y la lluvia arrecia con las horas. No me hagas volver, no me hagas tomarte de la mano para huir después, no permitas que abandone mi mente de los recuerdos, que ahora son preciosos, guardados en el cofre del olvido, donde trato de tenerlos presentes para recordarme vivo. No ilumines más mis noches que el desvelo alarga el día, y con el día mi cansancio, y con él, el recuerdo, y éste un suspiro. Deja de posarte en mi horizonte, que haces más distante mi destino. Un incendio no se apaga con más combustible. No distraigas mi mente que recién me encuentro, la niebla que cubre mi camino refleja mis tormentos, me estoy acostumbrando a mí. A mis quebrantos y quimeras, a la imagen desdibujada de mi vida, a equivocarme, a hacerme ajeno del mundo y ser hipócrita. Me estoy acostumbrando a vivir conmigo, ya no hace falta compañía y l...

Presencia ¡Ah!  De mi corazón que se cree autónomo, capaz de manejar las emociones… Vas y vuelves de mi mente como lo hace el sol y la luna de nuestras vidas, siempre tan presentes y distantes, siempre mía en mi esencia. No mentí cuando te dije: que siempre estarías en mi recuerdo, no fueron vanas mis palabras cuando juré amarte siempre. Perturbas mis sueños, después de tanto tiempo, vacila mi mente entre realidad y fantasía… vives en mis sueños que cada día parecen más tuyos que míos. ¡Ah!  De mi mente que razona todo en estricto orden; valora y justifica.